¿Se regresiona hacia la flexibilización en el derecho del trabajo?

Tendencia hacia la regresión o flexibilización del derecho del trabajo.

DERECHO DEL TRABAJO -TEORÍA GENERAL I (2007)

JORGE RENDÓN VÁSQUEZ

“El discurso neoliberal no podía quedarse en el ámbito estrictamente económico. Tenia que apuntar también a las relaciones laborales. Para sus expositores, el contrato de trabajo, al que llamaron clásico, se había tornado “rígido” por los derechos sociales que les son inherentes, tanto laborales como de Seguridad Social, y era necesario, por lo tanto, “flexibilizarlo”, o, en otros términos, aligerarlo de esa carga- como dijeron-, para estimular a las empresas a invertir más y crear más puestos de trabajo menos costosos. ⁽¹⁴⁶⁾

⁽¹⁴⁶⁾ Estas expresiones calaban bien en la conciencia de muchos profesores de economía y de derecho, por que parecían novedosas y contundentes, y venían envueltas en un halo de modernidad. Los trabajadores, a quienes había que parar,- a su criterio- tendrían que agradecer, además, que esas ideas renovadas les prometieran nuevos puestos de trabajo.

“Esta teoría sedujo a los laboralistas y abogados defensores de los empleadores, puesto que, era, en realidad, una ideología elaborada para enfrentar y a la larga hacer desaparecer la idea de la protección del trabajador que había venido animando al Derecho del Trabajo desde su aparición”.⁽¹⁵⁰⁾

⁽¹⁵⁰⁾ Del Autor, El carácter protector del Derecho del Trabajo y la flexibilidad como ideologías.

[…]La flexibilidad del Derecho del Trabajo no ha alcanzado la fortuna que sus patrocinadores querían, pese a que numerosos profesores de la especialidad, incluso varios que habían ganado renombre defendiendo a los trabajadores, sucumbieron ante sus cantos de sirena. Con un desempleo creciente e incontrolable y un producto bruto que no ha dejado de crecer, los países altamente industrializados han flexibilizado, en realidad, poco y con mesura, muy lejos de las recetas de Hayek, Friedman y sus seguidores, y bajo la mirada vigilante de las organizaciones sindicales y , sobre todo, de los propios trabajadores de base. ⁽¹⁵³⁾

(153) Véase por ejemplo, La flexibilité du travail en Europe, Paris, Editions La Décourverte, 1987.

Es innegable sin embargo, que la flexibilidad ha operado la transferencia de una parte del ingreso de los trabajadores a los detentadores del capital, aunque este objetivo no ha tenido los alcances que sus impulsores pretendían. ⁽¹⁵⁴⁾

[…] Sobre este panorama, la lectura de la flexibilidad muestra otra dimensión. La impulsan los empresarios, es cierto, pero mas propiamente, los cuadros administradores de las empresas y sus economistas y abogados, persuadidos de que la reducción de las remuneraciones y otros derechos sociales de los trabajadores a cargo de las tareas de producción implicará, no sólo un aumento de la tasa de ganancia, sino una distribución a su favor de la inversión de la fuerza de trabajo. ⁽¹⁶⁸⁾

⁽¹⁶⁸⁾ No puede llamar la atención, por ello, que entre los conversos a la teoría de la flexibilidad figuren numerosos profesores universitarios que la combatían en sus comienzos. En casi todos los países europeos, los más acérrimos introductores de la flexibilidad han sido los gobiernos de composición socialdemócrata, con más o menos eficacia, según el grado de resistencia de los grupos laborales más lucidos afectados por esos cambios. A esta ola se fueron plegando los críticos de otros tiempos, conscientes de que son parte del grupo con empleo altamente situado, tanto en el aparato productivo, como en el aparato estatal.

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