Escuela de Sendero Luminoso adoctrinaba a los internos del penal de Canto Grande
(Peru.com)
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Los internos por terrorismo del penal Canto Grande realizaban clases de adoctrinamiento a sus compañeros de celda, donde se les impartía el pensamiento maoísta y se les instruía en la formación militar los días miércoles, sábados y domingos, sin que los alcaides pudiesen hacer nada al respecto.
Según el diario ‘El Comercio’, los alcaides de las pabellones 2-A, 2-B, 4-B y 6-B se encontraban “con las manos atadas” debido a las constantes amenazas que recibían de parte de los senderistas y de sus nuevos adeptos.
Además, las entradas a dichos pabellones habían sido bloqueadas por gruesos fierros desde el interior, lo que sólo permitía que la vigilancia se realice desde el exterior. Esta situación habría durado unos meses pues se tenía temor al inicio de un motín.
El adoctrinamiento habría sido impartido en presos comunes, familiares de los terroristas (jóvenes y niños) e incluso algunos etnocaceristas que purgan condenado por el caso del “Andahuaylazo”. Hasta el momento, las autoridades desconocen cuál sería el alcance real de las personas que estuvieron expuestas a este pensamiento de extrema izquierda.
Gracias a una requisa hecha por los agentes de la Brigada de Operaciones Especiales (BOES), ante una posible toma de pabellones, se incautaron papelógrafos sobre la Revolución China, trapos rojos con el símbolo de la hoz y el martillo y un cuadro con la imagen de Abimael Guzmán.
Según las primeras investigaciones de la Dirección de Investigación Contra el Terrorismo (DIRCOTE), los organizadores de estas “clases” responderían a los apellidos Bendezú y Ramírez, los cuales fueron trasladados al penal de máximo seguridad de Piedras Gordas, en Ancón, para evitar que continúan con este adoctrinamiento.
Según el diario ‘El Comercio’, los alcaides de las pabellones 2-A, 2-B, 4-B y 6-B se encontraban “con las manos atadas” debido a las constantes amenazas que recibían de parte de los senderistas y de sus nuevos adeptos.
Además, las entradas a dichos pabellones habían sido bloqueadas por gruesos fierros desde el interior, lo que sólo permitía que la vigilancia se realice desde el exterior. Esta situación habría durado unos meses pues se tenía temor al inicio de un motín.
El adoctrinamiento habría sido impartido en presos comunes, familiares de los terroristas (jóvenes y niños) e incluso algunos etnocaceristas que purgan condenado por el caso del “Andahuaylazo”. Hasta el momento, las autoridades desconocen cuál sería el alcance real de las personas que estuvieron expuestas a este pensamiento de extrema izquierda.
Gracias a una requisa hecha por los agentes de la Brigada de Operaciones Especiales (BOES), ante una posible toma de pabellones, se incautaron papelógrafos sobre la Revolución China, trapos rojos con el símbolo de la hoz y el martillo y un cuadro con la imagen de Abimael Guzmán.
Según las primeras investigaciones de la Dirección de Investigación Contra el Terrorismo (DIRCOTE), los organizadores de estas “clases” responderían a los apellidos Bendezú y Ramírez, los cuales fueron trasladados al penal de máximo seguridad de Piedras Gordas, en Ancón, para evitar que continúan con este adoctrinamiento.
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