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domingo, 25 de enero de 2009

PUNTADAS CON NUDO No. 32 : NICARAGUA, "LA OENEGIZACIÓN"

¿LA “OENEGIZACIÓNCONSPIRA CONTRA EL MOVIMIENTO SOCIAL?
Por :William Grigsby
Ver articulo completo en :http://www.envio.org.ni/articulo/2980
El fenómeno organizativo más importante de estos 16 años de restauración capitalista ha sido la proliferación de las Organizaciones No Gubernamentales. La gran mayoría fueron fundadas por militantes sandinistas ex-funcionarios del gobierno revolucionario, y les sirvieron de tabla de salvación después de quedarse sin empleo y/o sin ingresos para sobrevivir. Casi todos rompieron sus vínculos partidarios con el FSLN durante la crisis de 1994, y si bien al principio se enfilaron con el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), hoy mantienen en general un comportamiento autónomo y algunos hasta se han convertido en instrumentos conscientes del gobierno o de los organismos multilaterales.Como ocurre en otras sociedades -incluyendo algunos países desarrollados-, en Nicaragua las ONG han desempeñado una función no siempre positiva. Si bien ayudan a paliar las deficiencias del Estado en materia social -salud, educación, vivienda-, han servido al mismo tiempo objetivamente como muros de contención del descontento popular contra el gobierno y contra el sistema, pues la gente, en lugar de luchar por sus derechos, espera la limosna que le llega de allende las fronteras. Muchas de estas organizaciones contratan funcionarios con atractivos salarios en dólares y otros beneficios para supuestamente promover la participación ciudadana o estimular la organización popular. De esa forma, sustituyen la militancia con una actividad profesional o, simplemente, con la labor de un empleado que obedece las órdenes de sus jefes.Desde el Movimiento de Mujeres han reflexionado sobre esta realidad desde hace muchos años. Una de las primeras ha sido la comunicadora Sofía Montenegro (Envío, mayo 2002). Ella decía entonces y lo repite ahora, que uno de los más graves peligros que enfrenta el movimiento social es lo que denomina como “la oenegización”: la sustitución del trabajo militante por las tareas profesionales encomendadas por una ONG.Y cuando de organizar se trata, habitualmente las ONG suelen asumir la representación de sus beneficiarios -“población meta” le llaman-, sin muchas veces siquiera consultarles las decisiones que toman en su nombre o la posición política que asumen sobre determinado asunto. Su relativo éxito en la organización social también está fundado en la orfandad política de la gente, en el desgaste de los dirigentes gremiales o partidarios, y en el fracaso de las antiguas organizaciones populares. De alguna manera, las ONG se han convertido en intermediarios sociales e interlocutores políticos de las comunidades frente al poder público, económico y hasta religioso.
En algunos casos, ese papel ha sido vital para lograr avances importantes para la gente. Pero, en general, el costo a mediano y largo plazo ha sido y será muy elevado, pues ha pervertido los cauces naturales de la gente para defender sus derechos y luchar por sus reivindicaciones. Un solo ejemplo: si en determinada comunidad el problema de la gente es el agua potable y deciden organizarse, su primera acción es buscar a un “organismo”, una ONG que les ayude a conseguir el financiamiento necesario, sin exigirle al gobierno local o nacional que les satisfaga un derecho humano inalienable. Por esta vía, las ONG han contribuido a cimentar entre la gente una cultura de pedigüeños y no una cultura de luchadores.
ONG: LA ASPIRINA COMO SOLUCIÓN
Un excelente análisis sobre este tema lo realizó Gabriel Pons bajo el título “El naufragio: las ONG al rescate” (Envío enero y septiembre 2001). Dice Pons: Curar el cáncer requiere de un tratamiento mucho más caro del que no podemos disponer las ONG de Desarrollo (ONGD). Lo que no podemos es pensar, decir, hasta proclamar, que la solución está en curarlo con aspirina. Los países ricos, dueños de tratamientos caros contra el cáncer, proponen también la aspirina. Entre otras cosas, porque las ONGD que tratan a los pobres enfermos creen realmente que con eso basta y pregonan a los cuatro vientos que su trabajo es el mejor y además es ecológico, autosostenible y autogestionario. Los poderosos están encantados con el discurso de las ONGD. Les resulta baratísimo. Así se ahorran el dinero de una verdadera cura: subsidios a los precios, seguros agrarios, mercados regulados mediante cuotas, fomento del empleo urbano desde el gasto público y otros lujos de los que dispone el Norte. Afirma también que a la mayoría de las ONGD no se las puede considerar culpables dolosas de estas situaciones. Tal vez sólo se les puede señalar una imprudencia que ha tenido como resultados la desorganización y la pérdida del espíritu reivindicativo del pobrerío, además de la legitimación de la fuga del Estado y de sus irresponsabilidades. Es frecuente el caso de ONGD de buena voluntad que van “a ayudar a los pobres”, mientras el Estado aprovecha la ocasión para salir de escena por la puerta trasera cuando nadie lo mira. A veces el Estado ni siquiera llegó a estar en el escenario. Y como los funcionarios de las ONGD del Norte son “muy buena gente”, y además están en casa ajena, no se plantean otra cosa que seguir ayudando sin preguntarse demasiado dónde está el anfitrión de la casa en la que brindan su ayuda. La responsabilidad más clara que se les puede señalar a las ONGD es no haberse dado cuenta del respaldo ideológico que con esta actitud le han dado al neoliberalismo, un respaldo involuntario quizá, pero muy real.
¿ES QUE LOS POBRES SON PROTAGONISTASPARA SALIR DE SU POBREZA?Continúa su análisis Gabriel Pons: Las ONGD tienen una gran responsabilidad en la mentalidad que tiene la mayoría de la opinión pública del Norte y del Sur, mentalidad y percepciones que han ayudado a configurar en sus departamentos de comunicación. Esta mentalidad tiene dos ideas centrales: el pobre puede levantarse por sí mismo, el pobre es el protagonista para salir de su pobreza. La consecuencia de esta mentalidad ha sido que el Estado ha dejado de reconocer que los déficits que los pobres enfrentan son reales, y en base a esta negligencia mental ha desmontado los sistemas de protección que cubrían a los pobres: los subsidios a los alimentos, la regulación de los mercados de granos básicos, los aranceles de protección a la agricultura o a la industria locales, etc. Las ONGD respaldan al neoliberalismo al presentarse a sí mismas como más eficientes que el Estado. Han resultado víctimas de su propio éxito mediático. Gracias a su aura de prestigio y por fomentar tanta autocomplacencia, urgidas de presentar éxitos para conseguir fondos, las ONGD han conseguido difundir tanto la idea de que son más eficientes que el Estado que le han facilitado a éste decir tranquilamente: pues si lo hacen tan bien, que trabajen ellas. Independientemente de la buena o mala voluntad, es un hecho que las ONGD están sustituyendo a quien debería ser responsable de arreglar los problemas.
Si bien Pons se refiere al vínculo de las ONG del Norte con los pobres del Sur, su lógica es certera también cuando se trata de analizar el trabajo de muchas ONG locales en Nicaragua.Pese a todo, es innegable que sin el trabajo “profesional” de las ONG, temas como el TLC con Estados Unidos o el ALCA o el Plan Puebla Panamá, difícilmente se hubiesen conocido en su verdadera dimensión en determinados sectores de la sociedad. O asuntos tan importantes como el aborto terapéutico, los derechos sexuales y los derechos reproductivos y hasta la misma defensa y promoción de los Derechos Humanos como tales, jamás hubiesen sido temas de discusión en ningún sector de la sociedad sin el aporte de las ONG.

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