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martes, 19 de marzo de 2013

La batalla por Lima: ¿Victoria pírrica o defensa de las Termópilas?

La batalla por Lima: ¿Victoria pírrica o defensa de las Termópilas? Por Jorge Bossio Hace 5 horas. Repostéalo o comenta este post. Aun cuando no se han publicado los resultados oficiales de la consulta popular del pasado domingo, muchos analistas han señalado que la victoria de Susana Villarán ha sido una “victoria pírrica”, término que alude a la campaña emprendida por el rey Pirro de Epiro (Grecia) que intentó invadir, sin éxito, la ciudad de Roma en el año 280 a.C. Lo que la historia nos cuenta es que el rey Pirro viajó una gran distancia y con un ejército enorme para enfrentarse a los romanos, a quienes venció en dos sangrientas batallas, luego de las cuales su propio ejército quedó tan debilitado que no pudo continuar. Decir que es una victoria pírrica es como decir “ganaste pero no te sirve para nada”, pues el costo de la victoria es demasiado alto. Esto es aplicable para quien inicia la guerra ya que es el atacante aquel que calcula previamente los costos y beneficios, y, esperando que los primeros sean mayores, empieza la campaña. Los defensores, en cambio, solo tienen dos opciones: rendirse o luchar hasta el final, cueste lo que cueste. Susana Villarán y los regidores de Lima no emprendieron una campaña de ataque (como Pirro) sino, por el contrario, se plantearon defender la plaza: el objetivo era impedir que la ciudad sea tomada por quienes estaban detrás de la revocatoria. Y ese objetivo se cumplió. Es cierto que la “defensa de Lima”, como algunos del ‘NO’ llamaron a esta campaña, termina siendo una batalla sangrienta en la que se ha sacrificado a casi todos los representantes de Fuerza Social, batallón de elite de la alcaldesa. Pero, repito, lograron detener el avance del enemigo, lograron defender la plaza, es decir: fueron exitosos. Para quienes gustan de las analogías históricas (o legendarias), lo ocurrido el fin de semana tiene mayor cercanía con la gesta de Leónidas y los 300 en la defensa de las Termópilas. En aquel recordado episodio los espartanos fueron vencidos, murieron todos (incluyendo el rey): una defensa heroica que es recordada miles de años después. Mal hacen, entonces, los analistas al considerar que esta campaña ha sido una “victoria pírrica” en lugar de una defensa heroica; no solo por el error en la analogía sino por desmerecer el valor del sacrificio de los caídos que dejan un ejemplo para los que quedan (accesitarios o no), y para ellos mismos al ganar experiencia: herramienta fundamental para enfrentar las muchas otras batallas que tendrán en el futuro. Estos valientes guerreros (Marisa Glave, Eduardo Zegarra, Marco Zevallos, y muchos otros) que se pusieron al frente en esta decisiva campaña aún sabiendo que muy probablemente morirían. Ellos llegarán a nuevos campos de batalla con el orgullo de haber hecho una defensa heroica de la ciudad, y dejan un mensaje claro al invasor: Por aquí no pasaron, por aquí no pasarán. Honor a aquellos que en sus vidas custodian y defienden las Termopilas. Sin apartarse nunca del deber; justos y rectos en sus actos, no exentos de piedad y compasión; generosos cuando son ricos, y también si son pobres, modestamente generosos, cada uno según sus medios; diciendo siempre la verdad, mas sin guardar rencor a los que mienten. Y más honor aún les es debido a quienes prevén (y muchos prevén) que Efialtes aparecerá y pasarán, por fin, los Persas. Constantino Cavafis Tags: Foto glave opinion Política

sábado, 16 de marzo de 2013